jueves, 6 de junio de 2013

Lo que viene desde lo profundo del corazón.

Como dije anteriormente, esta actividad se desarrollaría en tres grupos. Esta clase es del grupo dos, el mío.

Para nosotros, la instrucción fue: deben traer un objeto valioso, tan importante para ustedes que jamás podrían deshacerse de él. Al escuchar esas palabras no vino nada a mi mente. En lo único que pude pensar, fue mi collar. No es un objeto que haya tenido toda mi vida, pero sí ha estado en el momento más maravilloso de mi vida hasta el día de hoy. Lo adquirí el 18 de enero de 2010 y ha estado conmigo desde ese momento hasta ahora, y en el momento que estoy de mi vida, moriría si le pasara algo, es mi único objeto valioso.


Y llegó la clase, yo no llevé nada aparte de mi collar que no me saco en ningún momento. Llegaron peluches, cartas, fotos, cuadros, juguetes, libros y diferentes objetos, cada uno importante para cada persona.


Todas estas personas participaron en esta hermosa actividad, además de los otros dos grupos que observaron y conocieron un poco más de nosotros. 
La primera en salir fue la Javi, quien llevó una muñeca de la princesa Bella. Luego de hablar de lo que significaba para ella el profe le dijo: "Tú ahora vas a realizar un acto de desprendimiento de esa muñeca, de esa etapa y de lo que significa para ti. Tú vas a regalar esa muñeca a alguien del círculo". A todos nos dio ataque, nadie podía regalar su objeto, eran cosas preciadas para cada uno, yo decía: imposible, no puedo regalar esta cadena. Luego de esa pausa, el profesor completo la frase: Simbólicamente. Se escuchó el alivio de todos al saber que era algo simbólico. Esa reacción en masa provoco risas en todo el curso.
La Javi regaló su muñeca y llegó mi turno. Las palabras que había dicho ella me habían emocionado mucho, estaba con todos los sentimientos a flor de piel, y aunque mi historia no es triste, sino al contrario, la felicidad es tal, que me hace llorar. En un gran resumen, mi collar es símbolo de un amor tan grande, que supera barreras y no se rinde frente a los obstáculos, que ama, es fiel, es amistad, es familia, es compromiso con el otro. Un amor que construye sobre todas las dificultades, que es símbolo de una felicidad muy grande, un amor puro. Dentro del círculo habían dos personas a las que quiero por igual, y no podía darle a una sola mi objeto, así que lo dividí y le entregué una parte a la Cata y otra a la Isi. Luego le tocó a la Isi, la cual de igual forma, dividió su regalo en dos, y nos lo dio. Siguió la Cata, quien regaló su osita a la Isi por ser más infantil, lo cual me causó mucha risa y así avanzó el círculo, conociendo historias y sentimientos de la gente, generando confianza entre todos y dando paso a un lindo momento en el curso.

miércoles, 5 de junio de 2013

Desde lo profundo de un diario.

Drama, una palabra fuerte que trae muchas cosas a la mente. Cuando te dicen que tendrás una clase de drama, piensas en actuación y crear prácticamente toda una escena dramática. La clase tiene un poco de ésto, pero a la vez es algo completamente diferente.


Las únicas instrucciones y pistas sobre la clase que teníamos era: llevar diario, dividir el curso en tres grupos. Nadie sabía que haríamos, algunos especulaban que nos vestiríamos con el diario y que en base a éso  haríamos una interpretación teatral o algo así, pero con lo que nos encontramos fue algo distinto y especial.
La clase comenzó con instrucciones como cualquier otra actividad. La disposición de la sala era distinta a las otras veces: todas las sillas estaban acomodadas una al lado de la otra formando un gran círculo dirigido hacia el centro de la sala para ubicarnos como observadores de la primera fase de esta actividad y en el centro de la sala, en el suelo, había diario y cinta adhesiva. Las personas del primer grupo debían ubicarse en el suelo, formando un círculo en el centro de la sala alrededor del diario que estaba al centro.


Las instrucciones fueron las siguientes: Deben pensar en una persona fundamental en su vida, que los ha hecho ser como son hoy. Luego de éso, con el diario y la cinta que tienen frente a ustedes deben construir un objeto que represente a esa persona. Mis compañeros comenzaron con la mano de obra, mientras nosotros observábamos en silencio su trabajo, paciencia y su creatividad, tratando de adivinar que formaba cada uno. Pasaba el tiempo y los objetos iban tomando forma, se veía una pelota, unas rocas, unos grandes lentes, una pala y así estos y otros objetos se convertían en algo más que sólo diario.
Se terminó el tiempo para crear, y llegó el espacio para mostrar. Empezamos a tomar fotos a cada uno con su objeto, una gran sesión de fotos tuvo cada persona con lo que había creado a través de sus manos y su mente.
Cerramos las cortinas, apagamos las luces, nos sentamos todos en el suelo alrededor del círculo del grupo que estaba realizando su actividad y comenzó el momento más íntimo que pudimos generar, un momento inigualable e indescriptible, que generó tantas emociones como sonrisas y lágrimas pude generar.




 Uno a uno se pararon en medio del círculo  para hablar de su objeto y de la persona que estaba relacionada a él. Resultaron muchas emociones de esas pláticas: Hermanos, abuelos, padres, parejas, amigos, creencias, diferentes sujetos salieron de cada persona y me hicieron reflexionar sobre cada persona que hablaban, reflejado en mi vida. Reflexión, sentir, emoción, sensaciones, empatía, conocimiento... muchas cosas sucedieron, muchas cosas aprendí de cada persona que presentó, cosas que no imaginaría que existieran detrás de cada uno, historias que guardan las personas y que nosotros fuimos afortunados de escuchar. Esa confianza no se adquiere de la nada, la confianza para contar, a otras personas, historias profundas del corazón.

martes, 4 de junio de 2013

Que no te de vergüenza, sólo hazlo!

Como les hablé en la entrada pasada, la clase se trató de movimiento, silencio, sensaciones, transmitir emociones e intenciones, pero éso no quedó ahí, como todo lo bueno, posee segunda parte. "Movimiento creativo II" es el nombre de esta clase que esta clase llena de novedades que rompen con la rutina.
Todo parte con un cuestionario: "¿Cómo me veo a mí misma?" que complejo pero sencillo de responder. Sinceramente no pensé por mucho tiempo en las respuestas, sino que dejé que fueran más espontáneas. Luego de ése cuestionario, nos juntamos en grupos de a 9, nos enumeramos del 1 al 9 y luego nos juntamos todos los números 1, todos los 2, y así. Debíamos escoger un término que hayamos visto hasta ahora en Terapia Ocupacional y Estrategias de Intervención I  y/o en Introducción a la Terapia Ocupacional. Mi grupo escogió habilidades. Después Erna explicó sobre qué se trataba y qué debíamos hacer: un regalo que represente ese concepto escogido, para cada uno de los integrantes.
En ese momento, un grupo de personas con algunas dolencias, afectadas por la vacuna hablaron con la profe para no realizar esas actividades de movimiento, así que la profe las envió a algún lugar de la escuela a realizar alguna actividad, que sabríamos después.


Comenzamos con la clase de movimiento propiamente tal. Partimos con la caminata sin rumbo, en silencio y tranquilidad, a modo de introducción a las actividades de ése día.
Comenzamos con el movimiento. Formamos dos grupos y empezamos a movernos, imitando los movimientos que hacía la profe, dejando caer el peso al suelo luego de levantar muy altos los brazos, estirándonos hacia un lado y al otro moviendo solo los hombros y el tronco pero no la cadera y las piernas, además de otros movimientos muy divertidos y liberadores, uno siente como se libera la energía en cada impulso y cada movimiento.
El siguiente paso, fue volver a dividir al curso en 2, un grupo que trabajaría afuera, con las máscaras y otro que desarrollaríamos actividades dentro de la sala. El grupo dentro de la sala, nuevamente si dividió en 2. Debíamos salir de a pares, ocupar el espacio, moverse y quedarse como estatuas. Ingresaban otros 2, se movían, daban movilidad a los que estaban quietos, desarrollaban algo todos juntos, se quedaban quietos, entraban otros 2 y así. Fue muy gracioso, muy liberador y al final, cuando ya habían salido todos, realizábamos "la máquina". El otro grupo hizo lo mismo. Ingresó el grupo de las máscaras e hicieron una intervención en la sala, luego fue nuestro turno (ambos grupos juntos), lo cual fue más gracioso aún, por nuestros movimientos y gritos.

Casi al finalizar la clase, llegó el momento de la relajación. Nos acostamos en el suelo en posición de relajo, apagaron las luces y cerraron las cortinas. Cerramos los ojos. De repente se empieza a escuchar una melodía de percusión muy agradable, que te transportaba a otro lugar, eran mis compañeras con su hermosa presentación que prepararon durante la clase.


¡Muévete al ritmo del silencio!

Cómo te sentirías luego de estar dos horas moviéndote de forma alocada, saludando a todo el mundo, haciendo caras, expresiones con los ojos, expresando sentimientos con el cuerpo? Al menos a mí, me causó un relajo impresionante, déjenme contarles cómo fue la clase de ese jueves.
En esta clase, realizaríamos "Movimiento Creativo I", el nombre no decía nada y decía mucho a la vez, dejaba un amplio espacio para la imaginación y sólo lo que sabíamos era que debíamos asistir con ropa cómoda "como para tirarnos al suelo". Llegamos y lo primero que nos dice Erna es que la clase debía ser en silencio, en el sentido de que no podíamos conversar, pero sí reír todo lo que quisiéramos porque nos íbamos a reír mucho con lo que íbamos a hacer. La siguiente instrucción fue que nos pusiéramos en pareja. De repente la miramos y tenía dos zapatos en la mano, comenzó a moverlos de cierta forma preguntando si se entendía lo que debíamos hacer, ahí comprendimos que nuestros movimientos debían ser imitaciones de los del zapato. La velocidad de los movimientos impedía que los imitáramos todos al ritmo que lo hacía Erna, lo cual lo hacía muy gracioso.



Luego del juego con los zapatos, comenzamos a caminar en la dirección que quisiéramos, ocupando el espacio total de la sala, en silencio y con seriedad, tratando de relajar los brazos, de ocupar el momento para dominar el cuerpo. De a poco Erna aumentaba o disminuía el  ritmo del paso al que debíamos ir. Después debíamos, mientras caminábamos, saludarnos con la mirada. Luego de la mirada cambiamos a saludarnos con la mano, darnos palmadas en el brazo, tocar la oreja, agarrar la mejilla, dar ambas manos, agarrarnos por los codos, choque de caderas, etc. Hicimos muchas expresiones tan solo con el cuerpo mientras caminábamos sin detenernos más que a saludar, sin hablar, sin no tomarlo en serio.
La siguiente actividad fue una serie de elongaciones de músculos: los del cuello, los brazos, las piernas, unos saltos y al suelo, ejercicios de ese estilo. Desde la posición en la que quedamos, debíamos caminar hacia atrás y con quien chocáramos formar pareja, lo hice y choqué con la Dani. La actividad consistía en juntar las espaldas y a través de ellas expresar las emociones, situaciones o sensaciones que Erna dijera: "Que rico que estás aquí", enojo, saludo, cariño, despedida, tristeza, agradecimientos, y muchas otras que hicimos. Fue muy interesante y agradable trabajar. Al terminar la actividad nos dimos un cálido abrazo, agradeciendo por esta linda actividad.



La última de todas estas actividades fue formar grupos, sentarnos en el suelo formando un círculo, tomarnos de las manos y cerrar los ojos. Debíamos sentir, traspasar energía, sensaciones, comparar las manos de las dos personas a cada lado y al igual que con la espalda, tratar de transmitir lo que Erna decía. Fue una actividad súper intensa para mí, ya que el traspaso de calor, de emociones y sensaciones fue impactante. Cosas que no se olvidan.