lunes, 29 de abril de 2013

Melodías que hacen vibrar...

"Para la próxima clase traigan instrumentos", esas fueron las instrucciones que dio Erna para esta clase, lo cual me causaba mucha intriga y emoción a la vez. Al momento de pensar en qué llevar, miré los instrumentos de mi pieza, algunos eran muy grandes, así, opté por llevar mi Sopranina (flauta dulce, más aguda que la flauta soprano y de menor tamaño), así que la eché a la mochila y a esperar la clase.

Llegó la hora de Estrategias, la profe preguntó quiénes habíamos llevado instrumento y al ver la cantidad, fue a buscar los que ella tenía también para que nadie quedara sin instrumento. Maracas, panderos, flautas, djembe, palos de agua, guitarras, violín, bongó, sonajeros, melódica, block, metalófonos, charango, y más. Era tan lindo ver tantos instrumentos juntos y tan variados, con ellos se podría crear una maravillosa melodía.


Erna nos dijo que los dejáramos en el centro de la sala y que nos pusiéramos alrededor formando un gran circulo que la abarcara toda, que tranquilamente y respirando profundo comenzáramos a caminar, que observáramos los instrumentos y buscáramos uno que nos gustara. Nos detuvimos, dividió el círculo en dos para que así el primer grupo se aproximara hacia los instrumentos y escogiera ése que tanto le había llamado la atención por "x" motivo y luego el segundo grupo. Yo escogí el violín; siempre me ha gustado mucho la música, los sonidos, timbres y el aprender a tocar instrumentos nuevos. Me encantan el sonido del violín y siempre he querido aprender a tocar pero nunca he tenido uno, por éso lo escogí. Todo iba bien, hasta que la profesora comenzó a decir palabras y que debíamos tocar melodías que creyéramos eran acordes a ese sentimiento o estado. "Jamás he tocado un violín", pasó por mi mente y me aterré "es un instrumento muy delicado". Hice el intento de tocar, pero todo movimiento lo hacía con suma delicadeza para no estropearlo, así que mis compañeros cercanos a mí me molestaban diciendo que todo lo que tocaba sonaba igual.



Luego de ésto, nos juntamos en grupo según los tipos de instrumentos: de viento, cuerdas, percusión, etc. Claramente íbamos a volver a tocar, así que decidí cambiar mi instrumento para no echarlo a perder, volviendo a lo que más sé: instrumentos de viento. Recogí una flauta y me fui a mi grupo, debíamos crear una melodía. Fue muy complejo, nadie sabía cómo partir, qué crear. Hicimos el intento, formamos una muy pequeña melodía y riendo de vergüenza al ver presentar su melodía a los otros grupos, salimos con la frente en alto al sector de la sala que era el escenario a presentarnos. Fue muy agradable y alegre el momento.

Al finalizar la clase, expresamos lo que nos pasó en una palabra: alegría, compromiso, espontaneidad, amistad y muchas otras palabras fueron dichas. Es maravilloso lo que la música puede hacer, la música une, entrega sentimientos, sensaciones, tantas cosas que son difíciles de decir, en la música son simples y directas, nada más necesitas.


domingo, 28 de abril de 2013

una despedida y una bienvenida.

Un blog; lugar donde la gente escribe sus pensamientos, sus sentimientos, críticas sociales, políticas, recetas de cocina, sueños, ficción, tantas cosas. Todo lo que se les pueda ocurrir y más, está presente en al menos un blog de internet. Cuando en la primera clase el profesor nos contó que haríamos un blog y que deberíamos escribir lo que sucediera cada jueves, en cada clase, lo que sintiéramos, lo que pensábamos, me emocioné, una llamita se encendió dentro de mí y despertó un sentimiento que estaba dormido dentro. ¿Hace cuánto no escribo en mi blog? La última vez que había escrito fue sobre mí, pero lo anterior a éso fue un trabajo de inglés. "Ha pasado mucho tiempo".
Llegó ése día, el día de la creación del Blog. Yo no quería crear uno nuevo, tenía uno viejo que me había acompañado muchos años y quería revivirlo, no quería crear otro... él es el que ha almacenado pensamientos, recuerdos, sensaciones, trabajos, canciones, deseos de años anteriores, y quería que almacenara mi primer trabajo, relacionado con el internet, de la universidad. Le pregunté al profesor si podía utilizarlo, en el fondo lo único que esperaba era ese sí que me permitiría revivirlo... y lo recibí. Estaba tan contenta, hasta que llegó el momento de abrirlo. El profesor dio las indicaciones de cómo crear un blog, editarlo, crear entradas y utilizarlo en general. Nos leyó unas entradas de otros blogs y nos mostró el que creó el año pasado con los que actualmente están en segundo, además de algunos blogs de ellos a modo de ejemplo.  Luego de escuchar las explicaciones, abrí mi preciado blog: estaba tal cual lo había dejado la última vez. Aquí empezó el desafío: modificarlo y dejar atrás lo que era yo hasta ese momento. Fue difícil, tal como estaba sentía que me identificaba mucho, pero también debía cambiar. Es una etapa nueva, un trabajo nuevo, pensamientos nuevos, debía transformarlo. Comencé con el fondo, y en base a él, cambié los colores del texto, de los vínculos, del título, y así fui cambiando paso a paso lo que me marcaba hasta ése entonces.
Sin embargo, hubo cosas que no pude cambiar: algunos gadget y el título del blog. Las frases que tenía hasta el día de hoy, siguen siendo parte de mí, y que mejor forma de personalizarlo que dejando frases que me identifican. No borré las entradas anteriores ¿por qué? porque ese blog es como un cuaderno al que no se le han acabado las páginas. No importa cuánto tiempo pase entre una entrada y la otra, siempre servirá para ver cómo he cambiado, cómo ha cambiado mi forma de escribir, de ser, de pensar y manifestarme.

Espero que todo lo que venga escrito en  cada entrada de este blog, de este mundo de emociones, sentimientos e historias sean de su agrado, sin prejuicios y les sirva para conocer un poco lo que hay dentro de mí, además de mi perspectiva de las nuevas situaciones que quedan por vivir.


viernes, 26 de abril de 2013

Ocultar nuestra identidad o mostrar nuestro interior.

Máscaras: ¿una careta para ocultar nuestros sentimientos, nuestra forma de ser o un objeto para mostrar nuestro interior y nuestro verdadero ser? Es difícil saberlo, ya que para cada persona puede tener una connotación y un sentido distinto. 

Esta clase se trata de éllas. Nos dividieron en dos grupos, el nuestro haría las máscaras, el otro crearía el Blog. Este grupo tuvo un pequeño inconveniente, los de medicina ocuparon la sala de computación, lo que implicó que quedaran sin nada que hacer y "calabaza calabaza, cada uno para su casa". Lo que es nosotros, nos fuimos a las salas y Erna comenzó con las instrucciones: realizaríamos máscaras de yeso, debíamos cortar tiritas delgadas de la tela de yeso, cubrir con vaselina el rostro y luego colocarlas en la cara ya mojadas con agua y así dar forma a la máscara. Yo "estaba en mi salsa", estaba feliz; me encantan las manualidades, las cosas artísticas como mencioné en mi biografía. Así, antes de empezar a hacer mi máscara ofrecí de inmediato mi ayuda y comencé a pasearme por los mesones (en los que se recostaban de a dos mis compañeros) y a ver quién necesitaba ayuda. Hice varias máscaras, quería que quedaran bonitas y firmes, después de todo era para mis compañeros, y quería que ellos tuvieran bonitas máscaras, que pudieran demostrar u ocultar todo lo que ellos quisieran. Después de preocuparme de que todas las máscaras estuvieran prácticamente listas, la profe comenzó a decirle a mis compañeros que ahora todos tenías que hacerme la máscara, porque le había ayudado a todos, lo cual produjo varias cosas dentro de mí, me sentí un poco avergonzada también. Me senté en el mesón, me llené de vaselina y me recosté, entregándome a quienes fueran a hacer mi máscara, en un acto que en ése momento comprendí que era de total confianza. Muchos pueden sentirse ahogados, preocupados de que su máscara no quedara como querían o deseaban u otras cosas, por lo que se requiere confianza. Bueno, cerré mis ojos y me dejé llevar. Me asusté un poco al sentir el primer contacto con el yeso: estaba frío y sentía un leve cosquilleo al sentir una gotita de agua corriendo por mi mejilla, me hicieron reír un poco, por lo que me vi obligada a sonreír todo el tiempo, ya que la máscara ya había tomado la forma de mi rostro. Estaba muy relajada y muy contenta, tenía varias personas construyendo lo que sería mi máscara, y confiaba en ellos. Sin darme cuenta, ya sentía como se despegaba mi máscara, comencé a soplar para que se despegara y poder retirarla... ¡asunto resuelto! tenía mi máscara en mis manos. ¡Había quedado muy bonita!

Confianza, relajo, entrega, darse a conocer, ocultarse, fingir, ser real y tantas cosas más que se dan a través de crear y tener una máscara, tantas posibilidades aparecen. Una muy buena experiencia que involucra el conocimiento de sí mismo y de cómo permito yo que el otro me vea y me conozca. 



martes, 23 de abril de 2013

Triángulo, fotos, locuras.

Nuestra primera clase de "Terapia Ocupacional y Estrategias de intervención I". Escuchábamos a todos los de segundo decir "ésa es la mejor clase", "creatividad, ¡muy buena!"... sólo comentarios positivos. La verdad es que sí, son comentarios, a mi parecer, muy acertados. De todas formas preferí no armarme expectativas y encontrarme yo misma con lo que será un ramo que estará presente durante toda la carrera. El día que por calendario era nuestra primera clase, no pudo ser, ya que estábamos en medio de la semana mechona  (24 de marzo) pero sí vino la que sería nuestra profesora a decirnos que debíamos traer un distintivo con nuestro nombre. Mientras ya habían pasado varias semanas desde que habíamos entrado a la universidad, cosas sucedían que no podíamos tener el esperado encuentro con esta clase. Así llego el 28 de marzo, y el esperado encuentro se dio. Nos presentaron la asignatura, me fascinó de inmediato, todas las cosas que decían que haríamos me gustaban, era el preciado reencuentro con el sentir, con las artes, con la creatividad
Erna pidió 3 ayudantes, ipso facto levantamos la mano 4 personas, por lo que quedamos 4 delegadas. Levanté la mano, por lo mucho que me gustó el ramo, me emocionó. 

 
de izquierda a derecha: Eli, Andrea, yo, Dayra.

Luego de un poco de plática, comenzaron las actividades. Nos pasaron a cada uno la mitad de una hoja blanca y una cajita de lápices de colores por fila. Debíamos hacer un triángulo y en cada lado escribir un valor o característica de sí mismo que te ayudara a sobrevivir en una isla, que sin él no pudieses ser el mismo y salir de aquellas dificultades. Rayos, ahí se puso difícil. "Piensa Mary, características tuyas, valóricas..." Después de pensar, escribí: empática, creativa y confiable. Luego de embellecerlo un poco, Erna nos dio nuevas instrucciones: "Júntense con alguien con quien no hayan hablado y háblenle de ustedes en base a su triángulo". Buscando a alguien me encontré con Álvaro, salimos al patio a realizar la actividad. Lo que ocurrió fue muy lindo, me di cuenta que aunque no hables mucho con otras personas, algunos se dan cuenta de tus características y valoran tus acciones. El siguiente paso fue juntarse con otra pareja y presentar a tu compañero en base a lo que te contó y luego de éso unirse a otro grupo, buscar una frase o crear un lema que nos identificara y presentarlo al curso. Lo que hicimos fue usar cada letra de la palabra TERAPEUTAS para decir una característica. Nos pusimos de espalda y cuando tocaba la letra que uno tenía, se giraba y decía su característica. Otros grupos crearon gritos, hicieron una frase ¡fue muy bonito!

En el último momento de la clase, salimos al patio y comenzamos a sacar fotos: bonitas, ridículas, serias, artísticas, riendo, haciendo muecas. Capturamos momentos, momentos que podremos observar cuando salgamos de esta maravillosa carrera y recordemos nuestros inicios.

Porque nunca hay que olvidar de donde venimos y hacia dónde vamos.


viernes, 19 de abril de 2013

Hola, esta soy yo.

Como no sabías disimular, me di cuenta en seguida 
de que para verte como yo quería 
era necesario empezar por cerrar los ojos.


Qué complejo es hablar de uno mismo, de quién es y expresarse a sí mismo a través de una biografía. Yo soy Maritza  Fabiola, nacida el 13 de febrero de 1995. Mi nombre se lo debo a mi papá, el segundo a mi hermano, el llegar a la vida, a mi mamá. 
Desde chiquitita siempre me han apasionado las artes; La música: me encanta cantar y hacer, en 5° estuve en un conjunto y desde I° a IV° estuve en una orquesta. Bailar: partí con ballet, luego gimnasia rítmica varios años, en 4° hice danza, y desde I° a IV° bailé diferentes cosas en cada actividad que se presentaba. El teatro: actúo desde 6°, los primeros 3 años en un grupo de teatro, de ahí en adelante en cada obra o actividad. La fotografía: recientemente obtuve una mención honrosa en un concurso de fotografía. Escribir: si revisan este blog... podrán ver que es muy antiguo, y no quise crear otro, ya que tiene mucho de lo que soy. Estoy muy orgullosa de todas estas cosas que mencioné, son cosas que me gustan muchísimo, parte del motor de mi vida junto con otro factor muy importante: las personas. Siempre me he interesado mucho en el otro, en la ayuda, despreocupándome muchas veces de mí misma, porque me gusta entregarle felicidad a la gente, y por ésa misma razón llegué a esta maravillosa carrera. Después de no saber qué estudiar, de encontrar terapia y enterrarla en el olvido por no saber qué era exactamente... al ya tener los puntajes me decidí a ir a la feria del postulante. Pregunté por varias carreras, pero ninguna me hizo "click" en mi corazón, como ésa lo hizo. Llegué decidida, postulé  y quedé. Hoy con lo poco que llevamos, no puedo estar más feliz con mi decisión. 
Como podrán ver, soy muy dispersa para hablar, pero es que una cosa lleva a la otra y simplemente todo fluye en una conexión. Hablando de conexión, tengo pareja, un compañero que me apoya, me ama y me tiene muy enamorada, llevamos casi 4 años juntos. Se llama David, con él he aprendido mucho y hemos superado muchos obstáculos. Gracias a él en gran parte soy como soy hoy. Lo conocí en I°, en Liceo San Pedro Poveda, el de básica fue el Colegio Alicante de Maipú y mi jardín fue My Second Home. El primero de esta lista, que es el último que cursé, me trajo muy buenos momentos; viajes, actividades y diferentes situaciones con experiencias increíbles e irrepetibles, momentos indelebles de mi vida, que me hicieron conocer a muchas personas que han dejado pequeñas huella en mí.


Ésto expresa mucho de lo que soy, quizás para algunos no diga nada, para otros dirá mucho, lo importante para mí es que como dice Cortázar: para verme como ustedes quieran, deben empezar por cerrar los ojos.


jueves, 18 de abril de 2013



































A veces hay que hacer una pequeña separación entre lo viejo, y lo nuevo.