martes, 23 de abril de 2013

Triángulo, fotos, locuras.

Nuestra primera clase de "Terapia Ocupacional y Estrategias de intervención I". Escuchábamos a todos los de segundo decir "ésa es la mejor clase", "creatividad, ¡muy buena!"... sólo comentarios positivos. La verdad es que sí, son comentarios, a mi parecer, muy acertados. De todas formas preferí no armarme expectativas y encontrarme yo misma con lo que será un ramo que estará presente durante toda la carrera. El día que por calendario era nuestra primera clase, no pudo ser, ya que estábamos en medio de la semana mechona  (24 de marzo) pero sí vino la que sería nuestra profesora a decirnos que debíamos traer un distintivo con nuestro nombre. Mientras ya habían pasado varias semanas desde que habíamos entrado a la universidad, cosas sucedían que no podíamos tener el esperado encuentro con esta clase. Así llego el 28 de marzo, y el esperado encuentro se dio. Nos presentaron la asignatura, me fascinó de inmediato, todas las cosas que decían que haríamos me gustaban, era el preciado reencuentro con el sentir, con las artes, con la creatividad
Erna pidió 3 ayudantes, ipso facto levantamos la mano 4 personas, por lo que quedamos 4 delegadas. Levanté la mano, por lo mucho que me gustó el ramo, me emocionó. 

 
de izquierda a derecha: Eli, Andrea, yo, Dayra.

Luego de un poco de plática, comenzaron las actividades. Nos pasaron a cada uno la mitad de una hoja blanca y una cajita de lápices de colores por fila. Debíamos hacer un triángulo y en cada lado escribir un valor o característica de sí mismo que te ayudara a sobrevivir en una isla, que sin él no pudieses ser el mismo y salir de aquellas dificultades. Rayos, ahí se puso difícil. "Piensa Mary, características tuyas, valóricas..." Después de pensar, escribí: empática, creativa y confiable. Luego de embellecerlo un poco, Erna nos dio nuevas instrucciones: "Júntense con alguien con quien no hayan hablado y háblenle de ustedes en base a su triángulo". Buscando a alguien me encontré con Álvaro, salimos al patio a realizar la actividad. Lo que ocurrió fue muy lindo, me di cuenta que aunque no hables mucho con otras personas, algunos se dan cuenta de tus características y valoran tus acciones. El siguiente paso fue juntarse con otra pareja y presentar a tu compañero en base a lo que te contó y luego de éso unirse a otro grupo, buscar una frase o crear un lema que nos identificara y presentarlo al curso. Lo que hicimos fue usar cada letra de la palabra TERAPEUTAS para decir una característica. Nos pusimos de espalda y cuando tocaba la letra que uno tenía, se giraba y decía su característica. Otros grupos crearon gritos, hicieron una frase ¡fue muy bonito!

En el último momento de la clase, salimos al patio y comenzamos a sacar fotos: bonitas, ridículas, serias, artísticas, riendo, haciendo muecas. Capturamos momentos, momentos que podremos observar cuando salgamos de esta maravillosa carrera y recordemos nuestros inicios.

Porque nunca hay que olvidar de donde venimos y hacia dónde vamos.


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