Demos una vuelta por el pasado, para ver nada más como ha estado. Para ver los llantos y las sonrisas, cada paso o cada caída. Demos una vuelta, no para entristecernos, sólo para tener en cuenta todo lo que hemos hecho, sin tomarlo por lo malo, sino siempre por lo bueno y así no volver a tropezar en este sendero.
Y es que no es simple mirar hacia atrás y recordar, manteniendo la sonrisa. Y cuando por fin lo conseguimos es realmente un logro. Es saber perdonar, a los demás y a ti mismo. Es saber superar esas huellas de cada momento doloroso y es también atesorar los momentos más hermosos. Es aprender de cada pasito, también es asumir los errores y agradecer cada detalle. Está bien vivir el momento y siempre mirar hacia el futuro, pero igual de importante es superar lo que nos marcó en el pasado para así realmente seguir avanzando.
Y me siento feliz de poder decir;
ESTOY AVANZANDO.
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