¡Y así las cosas se fueron dando! En clases me sentaba cerca de él, conversábamos, nos mirábamos…bromeábamos y nos decíamos indirectas, pequeños regalos…cosas muy simples. Nos tomamos de la mano… y pasaron los días.
En el colegio siempre hacían una fiesta en junio, asistía casi todo el colegio y siempre era bastante divertida, por lo que aunque no me gustaban tanto las fiestas pensé que podría ser una oportunidad más para ver a Diego. Así que fui. Entrando a ese lugar me encontré con mi grupo de amigos, y entre ellos estaba él. Bailamos todos por muchísimo rato e intenté varias veces acercarme más. Hasta que nos pusimos a bailar en parejas…El Javier conmigo y la Paula con el Diego. Entre broma y broma al Javier se le ocurrió hacer cambio con el Diego y ahí quedamos los dos… bailando.
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