miércoles, 9 de febrero de 2011
Chapter 6
martes, 8 de febrero de 2011
Chapter 5.
lunes, 7 de febrero de 2011
Bonus chapter 4 xD
¡Y así las cosas se fueron dando! En clases me sentaba cerca de él, conversábamos, nos mirábamos…bromeábamos y nos decíamos indirectas, pequeños regalos…cosas muy simples. Nos tomamos de la mano… y pasaron los días.
En el colegio siempre hacían una fiesta en junio, asistía casi todo el colegio y siempre era bastante divertida, por lo que aunque no me gustaban tanto las fiestas pensé que podría ser una oportunidad más para ver a Diego. Así que fui. Entrando a ese lugar me encontré con mi grupo de amigos, y entre ellos estaba él. Bailamos todos por muchísimo rato e intenté varias veces acercarme más. Hasta que nos pusimos a bailar en parejas…El Javier conmigo y la Paula con el Diego. Entre broma y broma al Javier se le ocurrió hacer cambio con el Diego y ahí quedamos los dos… bailando.
Chapter 4.
Después de unas semanas, un día como cualquier otro cambió todo, nos juntamos una mañana para hacer un trabajo de física…y curiosamente ese día me preocupé más de si llegaba Diego en la mañana o no. Cuando llegó me puse un tanto nerviosa, había tenido las extrañas ganas de verlo. Lo saludé como si nada y procuré conversar con él de nada en especial.
Esos días ya eran extraños, no fui capaz de notar en qué momento el sentimiento que tenía hacia él había crecido tanto. Quizás por las pruebas y trabajos no había notado aquello…o tal vez ya era tan grande que no podía seguir luchando contra lo que sentía.
Decidí acercarme sin más rodeos, aunque la verdad no sabía cómo.
Aprovechaba los momentos en los que estaba con mis amigos, o en clases cuando se formaban grupos, pero no iba a permitir que esta oportunidad pasara. Diego era una persona muy agradable y lo que sentía crecía cada vez más…siempre hacía que me sonrojara, me ponía nerviosa. Estando a su lado olvidaba todo lo malo y me sentía más feliz que nunca...
viernes, 4 de febrero de 2011
Chapter 3
Ese verano no supe nada de Diego.
Las vacaciones terminaban, ya era tiempo de ver útiles escolares y esas cosas. Había elegido irme por el lado científico; físico-químico para ser exacta. No tenía idea quiénes serían mis compañeros. El año anterior éramos 3 segundos, y muy pocos se iban al lado físico-químico, así que ni me esforcé por preguntar quiénes podrían ser mis compañeros.
Llegué el primer día de clases, y me topé con una sorpresa muy agradable. Varias de mis amigas estaban conmigo, éramos el III°A, pero la sorpresa más agradable era otra; Diego estaba en el mismo curso. Como lo vi, lo saludé de inmediato, y nos pusimos a conversar después de tanto tiempo sin saber del otro. Fue una conversación corta; el timbre ya nos avisaba que empezaríamos las clases.
Fueron pasando los primeros días, sin mayor novedad. Durante el verano había olvidado lo interesante que me parecía Diego por cómo había actuado conmigo, además que no lo conocía mucho, pero tenerlo de compañero cambiaba las cosas. Iba conociendo más su personalidad al hablar con los demás. De igual modo evitaba el tema, evitaba mirarlo…sentía que eso no era algo que sucedería, que era más bien imposible...
jueves, 3 de febrero de 2011
Chapter 2
Hablábamos de repente en los recreos, por msn... y se me hacía fácil hablar con él, pero tampoco era una cosa de que habláramos todo el día.
En ése ámbito todo iba bien. Sentía que había ganado una persona valiosa en mi vida, que las cosas iban a ser diferentes. Pero también sentía que quizás era demasiada ilusión; nada me aseguraba que él gustara de mí, aunque yo no quería saber si él me gustaba, tenía demasiadas cosas aún en la cabeza.
En mi casa éramos 4. Mis padres: Alejandra y Mario. Mi hermana pequeña: Florencia, de 13 años y yo, Isabel, de casi 16 años, el problema es que en sí nos llevábamos bien, pero la Florencia solía meter la pata demasiado, lo que daba paso a muchos problemas.
En esos tiempos los griteríos de mis papás con mi hermana pequeña no paraban. Además esas peleas provocaban aún más entre mis propios padres. La casa era un caos. Intentaba no meterme en tantas peleas, prefería encerrarme en mi pieza, pero había veces que ya no podía…me superaba. No sé si era porque siendo la mayor no podía hacer nada, o si era porque mi hermana al estar tan metida en su mundo y sus cosas no dejaba que la ayudara.
Lo bueno de todo era que cada vez que llegaba al colegio, y veía a Diego mi día cambiaba. Lo miraba en los recreos, era bueno en los deportes, por lo que siempre lo encontraba en la cancha. De repente comentábamos un par de cosas…pero no me acercaba como quería…Simplemente creía que le gustaba otra persona, una compañera de él. Siempre pasaba tiempo con ella, o sea más que eso siempre los veía reír juntos, veía como que se llevaban… más que bien. No sé si era que creía que había química ahí o algo. Aunque ella estaba pololeando, no debería preocuparme en que hubiera algo entre ellos dos…de todos modos no sé qué pensaba tanto si seguía sin asumir que sentía cosas por él.
Chapter 1
Al pensar tantas cosas y tener todos esos malos recuerdos en la mente…rompí en llanto, no lo pude evitar. Tapé mi rostro con mis manos, quería dejar de verlos a todos. Lloré y lloré…hasta que sentí un ruido; alguien se había sentado a mi lado. Pensando en que era alguien que quiso sentarse un rato nada más, lo ignoré, pero luego habló.
- Disculpa…pero no pude evitar acercarme…no es agradable ver a alguien llorar en un lugar tan lindo como éste.
- Si, eso supongo…creo que opaco un poco este lugar con mi llanto – dije forzando una sonrisa, con la cara toda roja y llena de lágrimas.
- No te preocupes, muchas veces es agradable estar en un lugar hermoso, rodeado de naturaleza. Te ayuda a pensar… puedo saber ¿qué te ocurrió?
- Nada…mis papás…están teniendo muchos problemas…además…últimamente he sentido que… jugaron conmigo.
- ¿Jugaron contigo?..el que haya hecho eso es realmente un tonto, se nota que se pierde a una persona muy linda.
Después de eso no supe qué decir, desvié rápidamente la mirada y me quedé mirando mis manos, las cuales movía nerviosamente. Me había sonrojado por completo frente a ese extraño, el cuál había hecho de ese momento algo agradable. Notando mi silencio, volvió a hablar:
- ¡Uy! Discúlpame, yo hablándote de lo más natural y ¡ni siquiera me he presentado! Mi nombre es Diego, ¿el tuyo?
- Isabel… y quería darte las gracias…
Después de eso seguimos conversando un rato más. Nunca quitó esa sonrisa de su rostro.