Esa dulce sensación en el estómago, ese pequeño rubor en las mejillas. Esa sensación de que el mundo se desvanece y solo existimos tú y yo en él. Sucede al escuchar tu voz, al escuchar cada palabra. Al sentirte cerca, al abrazarte, al acariciarte, al tomar tu mano, al estar juntos. Y también, por el simple hecho de saber que estamos unidos.
Al pensar en ti y al recordar, al imaginar cosas que vendrán.
Pero sólo me pasa contigo, es algo hermoso que en casi 7 meses jamás se ha ido.
Solo tú sabes cómo poner mi mundo de cabeza, alocar mi vida y hacer que la disfrute aún más.
¡TeAmo!
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